(... y seguía leyendo "Los domingos del Paraíso perdido"...)  
     
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Cuando lo tuvo acabado escribió una postal a Aitana. Quería decirle lo mucho que la encontraba a faltar, que la quería más que a nada en el mundo, que sabía lo mal que se había comportado durante tantos años, que quería verla y hacer el amor con ella, pero se contuvo porque no tenía ningún derecho a recordarle nada. Se presentaría en su casa y que ella decidiera lo que quería hacer. Ya empezaba a ser hora de que actuara como un hombre y no como un niño. Y escribió "Vengo" porque la necesidad de verla le obligó a prevenirle de su llegada. Salió a echarla al correo y continuó andando hasta la agencia de viajes cercana al hotel para hacerse con el primer vuelo que hubiera a disposición. Y ahora que se aproximaba el regreso le invadía el terror de verse rechazado.
 
     
 
(... y le gustaba lo que leía...)