|
A
JOSE-LUIS ROMANCE |
|
|
|
|
|
El
mes pasado (junio), llegó
al mundo un nuevo olor con forma
de niño. Tu hijo. Al olerlo,
se me escapan unas palabras de
mi buen amigo Claudio Rodríguez
que, quizás, nos contempla
desde su cielo: |
|
|
|
|
|
¿QUÉ
clara contraseña |
|
|
me
ha abierto lo escondido? ¿Qué
aire viene |
|
|
y,
con delicadeza cautelosa, |
|
|
deja
en el cuerpo su honda carga y
toca |
|
|
con
tino vehemente ese secreto |
|
|
quicio
de los sentidos donde tiembla |
|
|
la
nueva acción, la nueva |
|
|
alianza?
Da dicha |
|
|
y
ciencia este suceso. Y da aventura |
|
|
en
medio de hospitales, |
|
|
de
bancos y autobuses, a la diaria |
|
|
rutina.
Ya han pasado |
|
|
los
años y aún no puede |
|
|
pagar
todas sus deudas |
|
|
mi
corazón. Pero ahora |
|
|
este
tesoro, este |
|
|
olor,
que es mi verdad, |
|
|
que
es mi alegría y mi arrepentimiento, |
|
|
me
madura y me alza. |
|
|
... |
|
|
|
|
|
Ya
sabes que acostumbro a embriagarme
con el "don de la ebriedad"
de Claudio Rodríguez y con
el "Olor" de sus "Conjuros".
Y hoy no podía dejar de hacerlo
para poder mandaros ese conjuro
de felicidad para tí, tu
mujer Renate y vuestra hija Selima,
hermana del pequeño y nuevo
"olor", Esteban. |
|
|
|
|
|
Felicidades
a toda la casa, |
|
|
|
|
|
Ulises
Valiente |
|
|
|
|