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Tomando
la Salida |
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Al
bajarse definitivamente el telón,
cuando aún resonaban los
últimos aplausos, permanecí
un rato en el escenario, solo,
esperando que se fueran apagando
las luces del mismo. Probablemente
aquélla había sido
la mejor actuación de toda
mi vida. Rimbaud y, principalmente,
Verlaine habían oído
mis súplicas y me habían
despojado de todo lo superfluo
que había en mí,
sumándose desde el más
allá a la explosión
de una verdad que llegó
nítidamente a todos los
espectadores. |
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Al
entrar en el camerino me sentía
liberado. Sabía que estaba
diciendo adiós a las bambalinas
y a las candilejas, a los ensayos
y a las noches de estreno, a los
triunfos espectaculares y a los
fracasos sonados. El mundo de
la crítica especializada
desaparecía para siempre
de mi vida. Al limpiarme el maquillaje
me despojaba también de
todos los personajes que alguna
vez había representado,
y me alejaba de ellos sin resentimiento,
con la satisfacción de
haberlos conocido y dándoles
las gracias por haberse paseado
con mi cuerpo en alguna de sus
vidas. Aquella cara que me devolvía
el espejo había pertenecido
a un rey y a un plebeyo, a algún
capitán y a un soldado
raso, a un hombre rico y a un
hombre pobre. Había paseado
sus rasgos por casi todas las
épocas de las que hablaban
los libros de historia y se había
adaptado a distintas nacionalidades.
Había amado a muchas mujeres,
había hecho reír
y llorar, y había conseguido
emocionar o hacerse odiar. Pero
al quedar completamente lavada,
mi cara quedaba definitivamente
fijada en un mi propio yo, semejante
a los demás, que se alejaba
de su pasado y que estaba decidido
a vivir en presente su futuro. |
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Mi
último «bolo»
teatral se alejaba de mi vida
al salir a la calle. Solo quedaría
constancia de ello en algún
programa de mano que alguien hubiera
guardado. La luz de las estrellas
en la lejanía, aquella
noche, brillaba menos que la de
los focos de la escena, pero me
mostraba un camino mucho más
largo para aproximarme hasta ella.
No tenía prisa por llegar,
de momento me quedaría
a cenar y a dormir en Tarragona
junto a Clara. |
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